Vivir y amar

Volar tan alto como si no existiera el universo, nadar tan hondo como si no existiera el fondo, correr tan rápido como si no existiera una meta que alcanzar y vivir como si no fueras a morir. 

Los límites no existen, es la conciencia humana la que se pone límites absurdos, limites que justifiquen un por qué de no hacer algo, limites que justifican miedos y límites que impiden disfrutar este gran regalado de la vida. Nacemos llorando, vivimos luchando y morimos en silencio, lo justo sería que entre medias riéramos, saltáramos y corriéramos de alegría aprovechando esos momentos de lucidez que nos da la vida.

Ama como si no existiera nada más, no te conformes con un amor trivial de esos que con el paso del tiempo desaparecen envueltos en la rutina diaria, quiere a alguien que no reste sino que sume en tu vida, haz locuras por amor, viaja lejos porque el sentido de los grandes viajes de pasión es ver al final del trayecto la sonrisa de la persona a la que quieres y, sobre todo, haz el amor una y otra vez porque no hay nada más maravilloso que dos cuerpos encontrándose mostrando un sentimiento compartido.

Busca y descubre a tu alma gemela, no cejes en la búsqueda si no la encuentras, persiste una y otra porque el premio una vez encontrada es el más increíble y fantástico del mundo, un sentimiento que no sé puede explicar con palabras manidas, no es un sentimiento efímero, es un sentimiento sobrehumano evocado desde lo más profundo del corazón, un sentimiento hecho para los que no se conforman con lo mundano y simple, un sentimiento llamado amor mutuo. No existen distancias que lo rompan, sino trenes que contribuyen a que ese sentimiento crezca y se fortalezca.