Negatividad

Esos días en los que la negatividad cubre todos los aspectos de tu vida, esos días en los que no sabes por qué pero te sientes tremendamente mal; no hay una razón de peso pero sabes que hagas lo que hagas nada de producirá la satisfacción que normalmente te causa. 

Anhelos, angustia, delirios, pensar en un futuro que parece cada vez más lejano, un futuro que parece que no llega y que realmente deseas que no llegue nunca.

Temes hacerte mayor, te da miedo envejecer y ver como tus padres se convierten en abuelos y, sobre todo, te produce horror no cumplir todos y cada uno de los sueños por los que has luchado toda tu vida; son días en los que todo se ve negro, todo parece estar en tu contra pero también días en los estás despierto, días en los que hay que valorar la gran suerte que tenemos por estar disfrutando de cada milésima de vida. Intentar dejar la negatividad a un lado es una prioridad y vivir sin miedos es otra gran obligación para vivir sin torturas psicológicas que nos resten en lugar de sumarnos. 

Todos tenemos la llave hacia la puerta de la felicidad, pero somos nosotros mismos quienes decidimos abrirla o no.