Manzanas discrepantes

Como es

A lo largo de los años ha existido en mí una gran controversia. Esa antigua controversia se basaba en el poder y en el deber. Como persona que vive en sociedad, tienes que, casi como regla general, estricta y prefijada, encontrar a una supuesta media naranja. ¿Y por qué conformarte con una media naranja si lo que realmente eres es una media manzana?
Con el paso de los años, vas viendo que las medías naranjas no son para ti; en ese momento no sabes el porqué de esa discrepancia pero con el tiempo llegarás a una conclusión que te hará ver la verdadera razón de por qué prefieres a una media manzana en lugar de una media naranja. El resto de medias naranjas que han encontrado a la que es, a ojos de los demás, su media naranja perfecta te dirán "Y bueno, ¿tú para cuándo?", "Tenemos ganas de boda", y yo pienso "¿perdona? ¿Quién te ha dicho que yo quiera una vida común como la tuya basada en estereotipos, deberes y derechos con alguien común?".

Como nos gustaría que fuera

Finalmente y tras mucho pesarlo, llega el momento en el que encuentras las razones de el porqué de tu pensamiento divergente; no quieres hacer lo que el resto del mundo espera de ti, no quieres una vida común con una persona común y mucho menos quieres una media naranja insulsa y opaca a tu lado. Has llegado a conocer que, aunque pocas, existen medias manzanas esperando a otras para vivir una vida de quimeras que se hacen realidad e, incluso, hay manzanas enteras que viven la vida sin esperar nada  de otra mitad, manzanas que por si solas son capaces de lograr la felicidad sin una vida prefijada, estereotipada y supuestamente perfecta. 

 

Y como será

Sería perfecto encontrar a una media manzana y también lo sería  vivir como un ente autónomo pero la realidad es otra. Vivimos en un mundo cuadriculado, en el que la mayoría espera que vivas en pareja, si no la haces te catalogan como "raro" y ellos se encargan de recordarte qué es lo correcto para ellos, qué es lo que debes hacer para no salirte de la línea de la normalidad, qué es lo que debes  hacer para ser un infeliz, sí, infelices eso es lo que son la mayoría de las naranjas completas. No luchan por encontrar alguien afín a ellas, viven creyendo que deben ser de una manera y terminan siendo de esa manera y, finalmente, su vida se convierte en una completa frustración; muchas medias naranjas rompen la naranja completa, otras hacen gajos a su compañera de vida  destruyendola para siempre y, otras, en cambio, aceptan esa vida incompleta con resignación. Con esto no quiero decir que todas las medias manzanas sean felices  por elegir un estilo de vida discrepante, sino que, aunque a veces sientan frustración por no ser como los demás esperan, siempre vivirán como ellos quieren.
A mi alrededor hay muchas medias naranjas esperando algo de mí. Medias naranjas que a la mayoría les parecerían perfectas para compartir una vida pero a mí me parecen vacías, inertes, con prejuicios, sin significado y fabricadas en serie en una industria artificial  cuya  filosofía se basa en valores cuadriculados. Todas y  cada una de estas medías naranjas no me aportan nada, me vuelven mustia y me bloquean. 
Si eres de esas pocas medias manzanas no te conformes, no te conviertas en una media naranja con una vida rutinaria y común, no dependas de nadie, tu compañero de aventuras llegará solo, de casualidad, no hace falta que busques nada, porque nosotras, esas medias manzanas discrepantes, somos luchadoras, soñadoras y únicas capaces de vivir como, cuando y donde nos dé la gana.