Los vagabundos del parque

Siempre me ha gustado observar; me gusta sentarme en cualquier banco de cualquier parque de cualquier ciudad y observar a la gente que pasa. Al principio, hace años, veía felicidad, también tristeza pero en menor medida. Ahora solamente veo miedo, miedo y tristeza, mucha tristeza.

Hace un tiempo que los observo. Todos los días, a la misma hora, salen a ese parque tan poblado de árboles con las hojas ya teñidas de rojo. Ella es especial y él es uno más. 

A ella le persigue un aura de nostalgia, la acompañan tres perros pequeños: Sasha, Luis y Mate. La miro a la cara y siempre veo lo mismo: tristeza. Mima a sus perritos como si fueran bebés, les advierte de los posibles peligros y los defiende de otros perros más grandes. Me gustaría hablar con ella pero me tomaría por loca.

A él le persigue un aura...realmente a él no le persigue ningún tipo de aura especial. Él no viene al parque, él vive en ese parque. Es un vagabundo. No solo es un vagabundo sin ropa, ni casa, también es un vagabundo emocional sin aspiraciones, ilusiones y sueños. Todos los días me gustaría acercarme a él, preguntarle si necesita ayuda...pero ni siquiera sé qué tipo de ayuda le puede prestar una persona como yo.

El tiempo pasa,...pasa y pasa y ellos siguen con sus tristes vidas viendo como el resto de personas pasa delante de ellos impasibles, sin ni siquiera mirarlos...me gustaría ayudarles...pero ni siquiera sé cómo.  

Los Vagabundos del Parque.