Gracias

A ellas, a mis hermanas, a mis amigas.

 

Siempre he sido de esas personas poco ecuánimes, de esas que no se guían por normas y mis amigas, la mayoría de ellas, son más sensatas y razonables que yo.

Les estaré eternamente agradecida por todo lo que cada día me han aportado, por todo lo que me han aconsejado y por todo lo que me han hecho reír. 

Gracias por haber seguido estando ahí a pesar de no hacer caso a ninguno de vuestros consejos, gracias por aguantar mis lágrimas por desamores estúpidos, gracias por sacar una sonrisa en el momento más oscuro y gracias por entender mi locura permanente.

Viajes, ideas, proyectos...todo lo he vivido a su lado y todo lo hemos llevado a cabo porque, en parte, están tan rematada y sumamente locas como yo.

Si hace falta ir al Polo Norte para olvidar las penas se va, si hace falta ir a Groenlandia a bucear se va y si hace falta llorar para estar igual de desmaquillas se llora porque todos los momentos malos y buenos, todos los momentos locos y cuerdos, todos los momentos ebrios y sobrios...todos esos momentos y muchos más han sido a vuestro lado. Gracias.