Domingo, ese día tan odiado
12.03.2017 11:57
Cuando los domingos, aparte de aburridos, son reflexivos, puedes crear algo muy chulo. Solo tienes que seguir unas pequeñas recomendaciones. Primero, no hacer nada que mitigue ese aburrimiento; segundo, quedarte fijamente mirando el techo, la pared o a la nada. Tercero, en esa observación en la que ya has entrado en contacto contigo mismo, reflexiona e introinspecciona. Y por último, cuarto, coge bolígrafo y papel, un ordenador, lápices, pinturas o cualquier utensilio que te permita plasmar lo que llevas dentro. De esta manera tan sencilla, tendrás una buena excusa para disfrutar un domingo cualquiera de una forma diferente.