Día 7

Día 7: el dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional

Hoy el día había empezado de la misma manera horrible que siempre, con la angustia, los recuerdos y las lágrimas. Un dolor que a veces nos hace sentir débiles, vacios de significado, inservibles...en definitiva, deja nuestra autoestima por los suelos.

Pero algo pasó. Ella siempre había contado con alguien especial a su lado, un amigo que siempre, aún sin saber el porqué verdadero de su sufrimiento, le daba los consejos adecuados, la devolvía a la realidad, le ponía los pies en el suelo. Él era su ángel de la guardia cuando ella descendía a los infiernos.

Él (P) era siempre tan amable, tan preciso, tan minucioso que parecía que sus palabras estuvieran elegidas una a una con el mayor de los tactos, con delicadeza para poder sacar cada una de las tristezas que la martirizaban.

Con la ayuda de su ángel y con la suya propia, llegó a muchas conclusiones que espera le sirvieran de guía para los futuros días de duelo: toda historia, por muy mal que nos haga sentir ahora, nos deja algo muy bonito (una amistad, aprendizaje, coraje, valentía...), que nadie es más que nadie por tener uno u otro trabajo, por tener más o menos, que sí que hay muchas personas que la quieren y entre ellas su familia, que los recuerdos siempre van a estar ahí pero que solo debe pensar en ellos cuando llegue el momento en el que no le traigan lágrimas a los ojos, que aunque hoy no sepa dónde está su lugar en el mundo no importa porque aún le queda mucho por caminar y si alguien no la quiere a su lado no pasa nada, la única persona que se tiene que querer siempre a su lado es ella misma.

Una maleta mas no hace que nos caigamos, solo hace que llevemos más peso encima, un peso que, si sabemos manejar, nos ayudará a conducir nuestro futuro más cercano.

El dolor es inevitable pero el sufrimiento es opcional; ella mira ahora todo desde un punto de vista más positivo, más sano y esperemos que ese estado mental duré muchisimo tiempo.