Día 3

Día 3

Ella conocía todas y cada una de las estrategias necesarias para poner en práctica
el olvido, para acoplarse al desamor. Pero, a veces, por muchas estrategias y
experiencias que poseas nunca te acabas de acostumbrar a ello.

El día 3 hacia el olvido se intuía igual que los dos anteriores, devastadores, horribles, tristes...ya ni la escritura, ni la pintura, ni siquiera estar con los que quiere en el sitio donde se crió le ayudaba a estar mejor, esta vez es mucho más complicado.

Le hubiera gustado que esta vez hubiera sido diferente, que todo hubiera acabado como un cuento con un final feliz cuyos protagonistas aparecen al final del camino agarrados  de la mano mirándose con
esos ojos que parecen rezumar una alegría eterna.

Conciliar el sueño era extremadamente difícil, los nervios, ansiedad, las lagrimas...solo su almohada y ella sabían lo difícil que es decir adiós a la persona que más has querido y más sabiendo lo muy feliz que hubiera sido a su lado.

El día 3...desearía que fuera el 300 para que por lo menos el sentimiento y el dolor no fueran tan intensos, le gustaría arrancarse el corazón y ser la persona fría que era antes de su llegada.

Pero es lo que sucede cuando te metes en la boca de un lobo feroz, que sales magullada, herida y sin ganas de volver a probar suerte en la misma experiencia.

Es triste ver lo corto que es el amor y lo largo que es el olvido, como las personas aman de manera intensa no durante mucho tiempo a una persona y después se pasan toda una vida buscando en otras personas lo que esa otra le dio durante un corto instante. Tal vez hay personas que no están destinadas a ser felices al lado de otras, tal vez esten destinadas a caminar solas.

Prosigamos con el día  3.

https://www.youtube.com/watch?v=jmO3LfVigM8