Castrillo de los Polvazares

Castrillo de los Polvazares es un singular pueblo de La Maragatería leonesa; describir con palabras este paraje enclavado a la derecha de la carretera que une Astorga con Santa Colomba de Somoza es complicado. Pocos pueblos del sur de León se conservan en su estado más atávico como lo hace a la perfección Castrillo: sus calles sin asfaltar y sus casas de piedra con ventanas de madera te invitan a viajar en el tiempo a una época lejana, una época en la que los coches no tenían cabida, razón por la que está prohibida la entrada de vehículos ajenos al pueblo para evitar el deterioro de las preciosas calles empedradas.

Los vecinos del pueblo son también especiales, mantienen la costumbre ancestral de saludar amablemente a todo el mundo que llega al pueblo, dispuestos a ayudarte en todo lo que necesites. 

Lo que más me gustó fue una casa muy diferente dentro de lo diferente, una preciosa vivienda de dos plantas con una escalera exterior de madera oscura perfectamente labrada y ornamentada adornada con todo tipo de coloridas flores, era lindísima.

Mi última parada fue en una taberna; no era una taberna normal, era completamente especial: en el interior había toda clase de objetos antiguos, cuadros modernos e, incluso, un pequeño escenario donde, en ocasiones, hay actuaciones musicales y teatrales; la terraza era como un cuento de fantasía, el techo lo formaban árboles de diferentes tamaños que servían como abrigo natural y el mobiliario se mimetizaba perfectamente con el ambiente al ser de madera.

En definitiva, recomiendo visitar este lugar tan idílico y bucólico que invita a soñar y a dejar volar la imaginación, a mí de momento ya me ha servido de inspiración para unos cuantos cuadros :)