Actividades alternativas

Hace mucho tiempo que tenía ganas de empezar una sección así, dedicar una parte de mi blog a compartir experiencias que llevo a cabo y unir dos de mis grandes aficiones, la escritura y el pasar tiempo en el medio natural que nos rodea.

 Siempre me ha gustado la naturaleza, hacer actividades donde pueda estar rodeada de árboles, de sonidos de animales y de olores de plantas de temporada. Gracias a este gusto por el medio ambiente, hace unos meses  me inicié en el mundo de las plantas medicinales. Esta curiosidad ya me venía de atrás, desde mi más tierna infancia. A veces, cuando nos dolía algo, acudíamos al curandero del pueblo, Jamín, y él  gracias a sus ungüentos aliviaba dolores musculares y de huesos. Yo quedaba fascinaba, tan pequeña cómo era, me preguntaba cómo podía pasar algo así; volvía loco a Jamín, le hacía preguntas sin parar y él, para deshacerse de mi curiosidad, se limitaba a decir que hacía magia.  Y en parte tenía razón, son muy pocos los que son tocados con la magia de la curiosidad hacia este mundo, hacia el querer hacer las cosas de manera natural, con sus propias manos y alejándose de químicos que dañan nuestro cuerpo.

Con el paso del tiempo, me fui haciendo mayor y sentía como mi vínculo hacia la naturaleza crecía más y más. Me encantaba ir con la bici al monte, llevar un libro y pasar horas leyendo entre encinas y pájaros, recolectar flores silvestres, oler jara, encontrar huesos de animales de épocas pasadas y decorarlos en casa, recoger basura que gente sin escrúpulos dejaba en medio de las praderas  o entre los árboles y, sobre todo, cárgame de tranquilidad, felicidad y creatividad.

No sé en qué momento Jamín vino de nuevo a mi cabeza; tal vez fue al ver a mi abuela Herminia hacer jabones caseros usando sebo del cerdo de la última matanza, o al ver como las cremas caras que compraba en la farmacia causaban una mala reacción en mi piel o al ver como las cremas industriales para paliar los dolores musculares que mi padre usaba no eran útiles. Creo que fue un conjunto de coincidencias el que hizo que algo dentro de mí hiciera clic y despertara un nuevo hobbie/ obsesión.

A partir de ahora compartiré actividades bonitas que realizo en  medio de la naturaleza, actividades que unas veces hago sola y otras con ayuda de mi hermana Miriam y con la gran colaboración de mi sobrinita Azahara, me encanta estar transmitiéndole el gusto por la naturaleza y las cosas hechas por uno mismo. En el mundo en el que vivimos, donde estamos saturados de tecnología, es casi un regalo del universo tener a alguien que comparta actividades tan mágicas y educativas contigo.

Este especio es también para dar ideas a mamás y papás, a tíos y a tías, abuelos y abuelas y a hermanos y a hermanas para que, ahora que estamos en una gran estación, realicen actividades con los más pequeños de la casa, actividades alejadas de dibujos, videojuegos y pantallas.Resultado de imagen de actividades en la naturaleza con niños