No a la conformidad

¿Por qué conformarse con una vida común, una historia terrenal o una única ciudad?

Yo digo no, no a la conformidad. Siempre quise y quiero vivir lo que sueño, por muy imposible que sea. No quiero estancarme en un mismo lugar, quiero ir de aquí para allá, conocer gente y a la vez vivir en soledad. No quiero ataduras emocionales, quiero libertad. No quiero vivir cerca de lo que se supone que tienes que vivir cerca, quiero pagar el precio de no ver a mi familia diariamente por viajar y conocer lugares con los que siempre soñé. No quiero tener una maleta llena de recuerdos que olvidar, quiero asumir todos y cada uno de ellos aceptando todos como una lección vital. No quiero que mis abuelas no tengas ilusiones, quiero que sueñen con venir a visitarme a cualquier lugar del mundo. No quiero vaguear, quiero visitar  mi cama cada noche como si fuera el mejor de los amantes. No me conformo con una ciudad, quiero visitar infinidad de lugares y vivir por un tiempo en todos. No me  conformo con conocer una disciplina, quiero saber y empaparme de todo lo que pueda aprender. No me conformo con el verano, quiero aprender a valorar y disfrutar el otoño, la primavera y el invierno. No me conformo con un marido, quiero un compañero de vida, aventuras y locuras. No quiero  una boda multitudinaria y un vestido clásico, quiero una boda ilógica con un vestido a juego con el de mi compañero, un vestido sencillo y cómodo acorde con unos zapatos planos y un precioso ramo de flores silvestres. 

Digo no a la conformidad, a los cuentos de disney, a los principes azules, al rosa, a la absurda perfección, a la simetría, a los juicios sin juicio y a la direccionalidad.