La música

La música es ese arte milenario que a tantos nos enloquece, nos hace vibrar y nos relaja; a lo largo de mi vida no he conocido a nadie al que no le guste escuchar de una manera intencionada algún tipo de música, sonido o ritmo.

En nuestra vida diaria nos vemos inmersos en un bombardeo continuado de musicalidad pero existe una gran diferencia, no es lo mismo oír música que escuchar música; oímos música constantemente, en la tv, en la radio, en el ascensor, en el tren, en el autobús de vuelta a casa pero de manera no intencionada y escuchamos música para relajarnos, buscamos nuestro artista favorito, la canción que compartimos con la persona que queremos...es decir, la música provoca en nosotros sensaciones que ningún otro arte es capaz de despertar.

La música crea respuestas biológicas (se nos eriza la piel cuando escuchamos una canción, se nos pone un nudo en el estomago cuando escuchamos una canción triste, activa el cerebro, la memoria, se desarrollan conexiones cerebrales...), psicológica (nos hace reír, llorar al recordar un episodio bonito o malo, gritar, cantar...) y creativa (gracias a la música estamos más predispuestos para crear, se desarrolla la imaginación, el ingenio y estamos más activos neuralmente).

Todo en mi vida gira en torno a la música: desde muy pequeña mi padre, músico de profesión y corazón, nos cantaba canciones a mi hermana y a mí cuando estábamos en la cuna, creó una nana especialmente para dormirnos; a medida que iba creciendo iba aprendiendo nuevas canciones que mis abuelas me cantaban, canciones tradicionales, villancicos y que hoy recuerdo con amor y añoranza; mi padre se pasaba el día tocando la guitarra, cantando o tarareando alguna canción de los sesenta, setenta u ochenta o incluso canciones de los cincuenta y hoy me sé casi todas las canciones de esa época; llegó la adolescencia y con ella una búsqueda de identidad, primero apareció el pop español, después el rap e infinidad de estilos que hoy en día no los podría ni escuchar, para finalmente encontrar mi música, una música que no podría categorizar porque está formada por una gran variedad de estilos en los que tienen cabida las canciones que mi padre me enseñó, las que mis abuelas me cantaban y las que después de muchos conciertos me han enamorado. Rock, folk, country, indie, pop, blues, jazz, música clásica, celta...todos ellos estilos musicales que forman parte de la banda sonora de mi vida y que seguiré escuchando en cada momento especial y no tan significativo.

Gracias a la múscia he vivido experiencias increibles, he descubierto infenidad de lugares y he conocido a una de las personas más especiales del mundo. No soy cantante, ni toco ningún instrumento especial pero la música ocupa un papel protagonista en mi vida.

Música y vida van de la mano.