¿Transgénicos sí o transgénicos no?- Colaboración 1

A todo el mundo nos asusta un alimento cuando oímos la palabra “transgénico” sin embargo, ¿qué es un transgénico?, ¿por qué nos produce tanto recelo?
Pues bien, un transgénico no es nada malo y es la tendencia alimenticia de los próximos años. El planeta Tierra tiene unos recursos naturales suficientes para abastecer a un número determinado de población. ¿Qué ocurre cuando la población crece exponencialmente gracias a los avances tecnológicos y médicos? Pues tenemos que idear nuevas formas para abastecer a esa población. Si un campo de cultivo puede abastecer a “X” personas y nos encontramos con X+1000 o bien ese excedente de +1000 se muere de hambre o bien busca otro planeta para explotar sus recursos, o bien hay que ingeniárselas para hacer que dicho campo de cultivo sea capaz de aumentar en +1000 su producción.
Aquí es cuando recurrimos a la biotecnología y debemos buscar especies con unas características muy concretas para desarrollar ese carácter que queremos seleccionar. En definitiva es algo que el ser humano ha hecho siempre a través de la selección sólo que con los avances biotecnológicos podemos seleccionar a nivel genético e introducir genes de unas especies en otras diferentes (transgen) y además los genes, ya sean de una especie silvestre o de una especie producida en un laboratorio, son inocuos puesto que las enzimas digestivas de nuestro organismo los degradan.
Además no solo eso, gracias a la biotecnología podemos resolver otros problemas como explotar especies ya sean animales o vegetales en zonas donde de otra manera sería inviable, podemos tener por ejemplo tomates resistentes a la sequía y a condiciones paupérrimas del terreno sustituyendo en la planta del tomate algún gen por otro gen de una planta que viva en ese terreno, y de esta forma cultivar tomates en ciertas zonas de África no sería ciencia-ficción si no ciencia-tecnología.
De la misma manera, se podrían conseguir muchas otras ventajas que si no se hace la selección a nivel genético sería inviable.
Y no solo hablamos de producir transgénicos con el fin de alimentar el exceso de población al que estamos “condenando” al planeta, también son útiles para temas médicos o ambientales. Se pueden producir bacterias capaces de degradar plástico en poco tiempo lo cual es una ventaja porque se reduciría drásticamente el impacto del plástico sobre el ecosistema.
Y así podría seguir enumerando múltiples ejemplos en los que quedaría reflejado su utilidad.
Y en cuestiones organolépticas que es lo primero que se nos viene a la cabeza cuando pensamos en un transgénico también hay mucha “leyenda negra” al respecto puesto que no afecta al sabor, pueden incluso ser más sabrosos. Es importante no confundir ni mezclar el concepto de transgénico con el de animal criado a base de pienso compuesto o vegetal cultivado en un invernadero.
En conclusión, los transgénicos son los grandes aliados del ser humano en una sociedad cada vez más desarrollada y en un mundo que año tras año se va quedando pequeño para una población cada vez mayor.

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Miguel Rodríguez, biólogo amante de la naturaleza.